Miguel Alvarado: texto. Brenda Cano: diseño.
Toluca, México; 11 de abril de 2022.
A algunas líneas camioneras apenas les dio tiempo de subir los precios de los pasajes, antes de que llegara la Semana Santa, un periodo vacacional de siete días en México y que permite a las familias salir de viaje. El 8 de abril, por ejemplo, la línea de transporte Caminante subió las tarifas a su destino más importante desde Toluca, que es la Ciudad de México. Un viaje a la capital del país cuesta 85 pesos, mientras que para Atlacomulco hay que pagar 190 pesos, al antiguo aeropuerto Benito Juárez, 230 pesos a El Oro 210 pesos y desde la CDMX al aeropuerto de Toluca, 85 pesos. También la línea Flecha Roja anunció un ajuste de precios explicando apenas que sus gastos operativos “subieron a consecuencia de la inflación”, lo cual evidentemente no aclara nada.
Hoy, Odilón López Nava, presidente de la Cámara Nacional de Autotransporte, Pasaje y Turismo del Valle de Toluca (Canapat), anuncia que desde el viernes 8 de abril que la terminal de Toluca presenta una demanda del 120 por ciento.
Lo importante en esta información es documentar que los dueños del transporte en el Estado de México abusan del poder político y empresarial que tienen, y que pueden subir sin ningún tipo de dificultad los precios de los servicios que ofrecen.
El dueño de la línea Caminante es Roberto Alcántara Rojas, compadre del ex presidente de México, Enrique Peña y oriundo del mismo lugar que él, Acambay, en el Estado de México. Alcántara es uno de los 100 mexicanos más ricos de la actualidad y es además accionista de Grupo Prisa, la compañía que edita en España y América Latina el diario El País, el diario AS, la editorial Santillana, las radiodifusoras ADN Radio, Cadena SER, Radio Caracol, Radio Continental y W Radio, entre un conglomerado de empresas. Es, además, dueño de la línea aérea Viva Aerobús, una de las tres que operan ya en el nuevo aeropuerto internacional Felipe Ángeles. Es dueño de las terminales de Toluca y de Observatorio en la Ciudad de México, en el cual confluyen las vías terrestres de comunicación de la carretera México-Toluca, el tren interurbano México-Toluca y la Línea Uno del Metro. Es dueño del Grupo Toluca, que aglutina a empresas mexiquenses y nacionales del transporte. Es dueño de Ómnibus de México, de la misma Flecha Roja, Flecha Amarilla, Herradura de Plata y Turismo Triángulo Rojo, entre otras, lo que lo convierte en monopolizador del transporte en el Estado de México.
Que Odilón López Nava señale que se haya incrementado la demanda de pasaje en vacaciones resulta una mera anécdota, una entrevista que todos los años concede a medios locales y que por otra parte es reflejo de la política de las empresas de Alcántara y su familia.
Que la demanda es de paseantes que salen, porque vienen muy pocos a Toluca. Que culpa al ambulantaje de la decisión de no venir a Toluca y no a los feminicidios, a los secuestros, a las desapariciones y a los ejecutados. Que se están abriendo corridas extras. Que los destinos que más se buscan son Acapulco, Guadalajara, San Luis Potosí, Chihuahua, Ciudad Juárez, Monterrey la Ciudad de México.
“Nuestra proyección es que se integrarán otros lugares como Chalma, Taxco, Querétaro […] ha habido retenidos en las revisiones [a los camiones, por parte de las autoridades] y procesados, algunos ante jueces de control. Y esto nos permite tener una tranquilidad, un blindaje de seguridad a los paseantes a pesar -y subrayo el entorno de abandono- de las autoridades municipales en torno del comercio ambulante, dentro de la terminal de Toluca”- dice Nava, quien dice además que hay un momento muy grave de inflación en todo el mundo y las fuentes laborales están “muy, muy complicadas”.
